Una de las tradiciones españolas para despedir al año que se va y recibir al que viene es comerse las uvas al ritmo de las campanas que marcan las 12; el cambio de año.
Para ello y durante generaciones, los españoles se reúnen para hacerlo en directo en la plaza principal de sus pueblos, o bien, en casa con la familia y amigos viéndolo en la televisión, donde todos se comen las uvas con cada campanada y se realizan hasta “apuestas” para adivinar cuál será el primer comercial (aviso publicitario) del año que vendrá luego de las campanadas.
Las diferentes cadenas, así se les llama a los canales de televisión, preparan cada una su propia transmisión de las campanadas. Las cadenas nacionales con las campanadas desde la Puerta del Sol en Madrid y, las autonómicas, desde las plazas principales de cada comunidad autónoma.
Este fin de año, ha sucedido una “curiosidad” con la transmisión de las campanadas en la transmisión de la cadena Canal Sur de Andalucía. Al parecer, justo cuando empezaban las campanadas, alguien se equivocó y metieron la publicidad antes de tiempo. Cuando se han dado cuenta, han regresado a la transmisión de las campanadas cuando ya iban por la décima.
A continuación el video de lo ocurrido durante dicha transmisión.
Pero esto no queda ahí. Lo curioso de esta “curiosidad” es el video que grabó una familia andaluza que, en casa y reunidos todos, estaban presenciando la transmisión para comerse en familia las uvas y recibir el 2015.
Observad la reacción en el siguiente video.
Como podéis ver, es una familia normal, común y corriente como las tantas que viven en España, que intentan disfrutar con la tradición, desde los más viejos a los más pequeños, y esperan todos preparados, bromeando y manifestándose el amor y cariño que se tienen a través de una ocasión única en el año que los reúne. Y algo en lo que creen, confían y sienten como real e inalterable, sale mal.
Sus reacciones van desde el asombro, la confusión, la risa nerviosa delatora de no saber lo que ocurre, ¿qué vamos a hacer?, ¿Quién la ha “cagao”?, Qué coño es esto, killo?, ¡Vaya mierda de canal sur!, etc.
Hasta que uno de ellos responde y lo hace bien. Y empieza con la tradición, gritando las campanadas y comiéndose las uvas. De inmediato, lo secunda la más pequeña de la casa, la nueva generación.
Y aquí es donde esta “curiosidad” se convierte en una señal de esperanza.
Por más buenos deseos que podamos tener, el 2015 pinta muy mal para España y para el resto del mundo. Serán tiempos difíciles para los españoles y para todos los que vivimos en España y la consideramos como nuestra “Matria”. Tiempos en los que tendremos que sacar fortaleza de la flaqueza y lo mejor de nosotros para poder cuidar de aquellos a quienes amamos. Tiempos donde tendremos que responsabilizarnos y asumir el papel de las instituciones que se han quedado obsoletas, caducas y que ya no pueden, por las razones que sean, cumplir con las funciones para las que fueron creadas: servir al bienestar de la gente, por y para la gente.
Y no quedará otra, si es que queremos seguir adelante, que tomar ejemplo de este andaluz que tuvo la habilidad para responder cuando Canal Sur la “cagó”. Y quiero imaginarme lo que pensó: “…ya le pueden dar a canal sur…”.
Y tendremos que tomar las uvas y gritar nosotros mismos las campanadas, una, dos y así hasta cumplir con la labor. Porque hay una nueva generación que lo necesita, que nos está viendo y que requiere aprender que tiene que luchar, ser responsable y cuidar a los suyos.
Porque tenemos que aprender y enseñar a los que vienen tras nosotros que nadie y solo nosotros seremos los únicos que podremos arreglar esto y habrá que comprometerse a hacerlo porque el tiempo ya lo tenemos en contra y, porque si no lo hacemos, nos la vamos a comer y no habrá ni patatas.
Mis mejores deseos para este nuevo año 2015. Pinta feo pero aún tenemos esperanza.