Una historia de respaldos

Erase una vez una típica empresa de esas que les llaman micro o PYME, con sus empleados, sus oficinas, algunos camiones y coches, sus ordenadores, sus «aifones» , sus «aipads» y uno que otro «esmarfon».

Llevaban el día a día luchando por pagar deudas, cobrar trabajos que no les pagaban, intentar aumentar sus ventas, pocas palabras, mantener a flote el negocio. Los días era muy similares, trabajo y mas trabajo porque ahora se trabaja mas y se gana menos pero la empresa intentaba seguir adelante intentando que los recortes afectarán lo menos posible a su actividad. Los empleados eran conscientes y todos apoyaban haciendo un esfuerzo extra. Bueno, casi todos. Nunca falta el enchufado de turno o el típico pasota que, si invirtieran la cuarta parte de lo que dedican a simular que trabajan en trabajar verdaderamente, serían casi dioses.

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Una mañana, como siempre, el personal se presentó a laborar y empezaron las sorpresas. La noche anterior había caído la de Dios, un tormentón de esos bíblicos y hubo un apagón en toda la zona. Pusieron en marcha los ordenadores pero los programas de gestión que usaban no funcionaban. Resulta que el viejo ordenador que hacía de único y fiel servidor estaba mas muerto que mi credibilidad en los reyes magos; incluyendo discos duros calcinados.

Pero hay copia de respaldo, ¿no?. Pues resulta que habían unas copias de respaldo de hace algunos meses que algunos empleados hicieron de sus ordenadores pero nadie se acordó del viejo y fiel servidor donde estaban todas las bases de datos de los programas de gestión de la empresa.

Aunque parezca exagerado, este escenario suele ocurrir y es más común de lo que pensáis. Muchas empresas no conocen el valor exacto de su infraestructura tecnológica ni lo que tienen que hacer para protegerla. No logran comprender del todo que , tomando el caso anterior como ejemplo, no han perdido un viejo servidor sino prácticamente el trabajo de años y el activo más importante la empresa: su información.

Ahora, ¿de dónde sacamos toda esa información de los programas de gestión, quien nos debe, a quien debemos, los pedidos que tenemos pendientes por despachar, los que ya despachamos, las facturas, los albaranes, la lista de clientes y muchos etcéteras mas?. No hay problema. Manuelita de contabilidad que es una chica muy lista y nunca ha confiado en esos trastes del demonio que son los ordenadores, tiene muchas cosas impresas en papel. Ah, ¿y lo que no tiene impreso en papel?.

Historias aparte, es muy fácil implementar un buen servicio de respaldo para la información significativa de tu empresa.

Montar un plataforma de copias de respaldo.

  • No tiene que ser cara para ser buena. Cada empresa es un mundo único y se pueden crear plataformas de respaldo adecuadas a la empresa, que sean buenas, eficientes, robustas y a un precio accesible.

Si ya tienes una plataforma de respaldo.

  • Asegúrate de saber con que periodicidad se realizan las copias, si se está respaldando lo que toca respaldar, si realmente funcionan las copias hechas y cuanto se tarda en recuperar el servicio por si te ocurriera un incidente.

No te dejes llevar por falsas creencias.

  • No te dejes llevar por falsas creencias de que esto no puede pasarte a ti. Te lo diré mas claro: puede pasarte a ti y es mejor tenerlo ahí aunque nunca llegues a necesitarlo a que te pase un caso de estos y no tengas copias de respaldo para resolver el problema.

Mas vale pájaro prevenido en mano que cientos de lamentos volando.